¿Qué son las ortesis plantares a medida?
En primer lugar hay que diferenciar lo que es una plantilla de una palmilla y unas plantillas a medida de otras prefabricadas.
Las plantillas son los soportes ortésicos que tienen la forma de la planta del pie y que acostumbran ser más rígidas, mientras que las palmillas son las que suelen venir en los calzados o las que se compran en supermercados (y otros establecimientos). Estas son planas y su única función es la de dar confort o cierta amortiguación básica.
Existe una gran diferencia entre ambas, ya que una plantilla puede cambiar la forma de pisar o conseguir reducir la tensión o presión en un punto del pie; mientras que las palmillas difícilmente lo consiguen, pues su efectividad, salvo amortiguar, es escasa.
Por otro lado, tenemos las plantillas a medida y las prefabricadas. La diferencia entre ellas es importante, ya que las plantillas a medida son las que tienen la forma exacta de cada pie con el alto, ancho, longitud, curvatura exacta del arco y el resto de la anatomía de la planta del pie, incluso ambos pies de una misma persona pueden ser diferentes. Esta adaptación a medida ayuda a modificar la pisada de forma más eficiente y a través de añadidos reducir de forma más precisa y efectiva las zonas lesionadas, por ejemplo, amortiguando más la zona de dolor o dejándola casi en el aire para que descanse y se pueda curar por si sola.
Con las ortesis prefabricadas no existe esa adaptación exacta al pie de cada persona, ya que son hechas para todo el mundo igual, y si tus pies son diferentes, no coincidirá la forma de la plantilla con la de tu planta, por lo que será menos efectiva.
Para ciertos problemas leves pueden utilizarse algunas ortesis plantares prefabricadas que traen arcos rígidos altos, almendras para descargar la presión en los metatarsianos o amortiguación extra en el talón para atrofias de grasa plantar.
¿Qué criterios son necesarios para escoger una ortesis plantar?
- Un diagnóstico preciso de la lesión (importancia de la ecografía)
- Conocer el estadío y localización exacta de la lesión
- Tener amplios conocimientos sobre biomecánica y materiales
- Disponer de diferentes tipos de materiales
- Conocer diferentes técnicas de adaptación
- Conocer y realizar modificaciones que nos pueden dar una mayor efectividad: cazoletas, fenestraciones, medial heel skive, ortesis invertidas, etc
- Toma de moldes precisa y enfocada a lo que se quiere conseguir
- Obtener la rigidez de la plantilla precisa para que sea efectiva pero no moleste (más rigidez nos da más control, estabilidad y a veces más efectividad)
- Amortiguar en puntos clave o descargarlos sin aumentar mucho el grosor
- Ajuste preciso al calzado y que este sea el adecuado
Personalización
Lo más importante para que una plantilla sea efectiva es conocer bien el diagnóstico de la lesión y la biomecánica de la persona, para a partir de ahí elegir los materiales, técnicas y modificaciones específicas que necesite cada paciente y cada pie. Muchas veces las plantillas son diferentes en función del pie, por lo que la personalización es la clave para un mejor resultado.
Además de los detalles técnicos, para lograr el mejor resultado posible debemos tener en cuenta otros factores que también van a influir en la resolución de la lesión, como pueden ser el peso, las horas que trabaja de pie, el calzado que utiliza o la medicación que está tomando.
Efectividad
En nuestra experiencia, un alto porcentaje de los pacientes que utilizan plantillas suelen mejorar el dolor y la estabilidad del miembro inferior.
Podemos decir que para la fascitis plantar, las plantillas son el «gold estándar», su uso ayuda a reducir el dolor más que otros tratamientos además de reducir las recaídas, y hacer que el dolor remita al cabo de 7-14 meses dependiendo de la gravedad de la lesión y el trabajo/peso/calzado del paciente. Otros casos como las metatarsalgias también ven reducido su dolor con la ayuda de las plantillas.
También es de ayuda la fisioterapia o terapias alternativas para ayudar a reducir el dolor más rápidamente.
Las plantillas ayudan a curar pacientes de lesiones tan habituales como las metatarsalgias, fascitis/espolones, dolor de rodilla, etc. En los casos que no terminen de curar, o quieran hacerlo más rápidamente, disponemos de tratamientos como las ondas de choque, las infiltraciones, la electrólisis percutánea, etc