¿Qué es y para qué sirve la ecografía?
La ecografía es un método diagnóstico muy útil, inocuo y preciso que se utiliza para valorar y diagnosticar alteraciones y lesiones en estructuras blandas como tendones, fascia, ligamentos o grasa, pero que también nos puede ayudar a diagnosticar fisuras óseas, daños en cartílago, quistes y tumoraciones, además de afectaciones reumáticas en bursas y articulaciones. Por lo tanto, es una herramienta que nos da mucha información pero que requiere de muchos años de estudio, formación y experiencia para conseguir valorar y diagnosticar de forma precisa.
En la ecografía lo que más solemos ver son talalgias (fascitis plantar, espolón, síndrome fat pad, tumores, bursitis, etc), metatarsalgias (bursitis, placa plantar, tendones, neuroma de Morton…), ligamentos en caso de esguinces y tendones del pie que por una lesión aguda o por sobrecarga, tienden a lesionarse.
Otros usos de la ecografía
La ecografía también es utilizada para realizar intervencionismo. Este sirve para realizar infiltraciones de diferentes fármacos (colágeno, plasma, corticoides, etc) viendo la aguja en todo momento para ser más precisos, y lograr que el resultado sea menos doloroso y más efectivo. Además, también realizamos cirugía guiada a través del ecógrafo, lo que permite intervenciones con menos dolor, más precisión y menor tiempo de recuperación.